domingo, 22 de febrero de 2015

Capitulo VII



Habían pasado varios días desde mi última experiencia con Gabriel, Yo había estado durmiendo y descansando como un oso en mi apartamento. Había decidido releer a Nietzsche y empecé por "Así hablaba Zaratustra". Durante mi juventud y años de estudiante, lo había leído con avidez, junto con Camus, Sartre, Papini, Hermann Hesse y otros locos enfermos pero geniales que habían aparecido en lo que parecía ser el cenit del humanismo moderno, por no llamarle "otra rama del materialismo". Ellos eran sin duda, los padres del existencialismo y en los años sesentas, la juventud buscaba un gran cambio en la historia y seguía a estos locos geniales, en forma apasionada. Yo, sin embargo, había hecho un cóctel peligroso, pues también leía con interés a los grandes místicos del cristianismo, entre los que destacan: San Juan de la cruz, Santa Teresa de Ávila, San Francisco de Asís por nombrar algunos, por la que de pronto, me encontré en medio de una lucha entre el bien y el mal, entre Ángeles y Demonios. Quizás en este tiempo, nació mi historia. La edad, como dice Zaratustra, te hace amar a tus enemigos y odiar a tus amigos. Zaratustra ha envejecido al igual que yo, ahora lo miro como un viejo enfermo, al borde de la locura, sus frases están llenas de la amargura hundida en la soledad de la ausencia de Dios. Su virtud es, ser profeta del Anticristo, preparando sus caminos. Por eso Zaratustra, a pesar de que ni te odio ni te amo, he escogido releerte, porque detrás de ti, está el Anticristo, que llega a nuestros días convertido en lo que tu llamabas el Superhombre.
En estos días, había salido algunas veces al jardín, y aunque el invierno no había azotado a Houston con fuerza, algunos días estaban fríos y con lluvia, pero otros, sin embargo, habían estado frescos y deliciosamente asoleados. Me había entretenido pintando en mi apartamento y tocando mi guitarra, además de leer y escribir. Al no escuchar la voz de Gabriel en ese día asoleado, me había ocupado examinando la estatua con deseos de repararla. Grande fue mi sorpresa al descubrir, que al que había estado llamando Gabriel, era en realidad Gabriela. En ese instante, recordé a una pequeña niña que así se llamaba, hija de uno de mis compadres, la cual había fallecido hace algunos 30 años. Ella Tendría 12 en ese entonces, yo había estado en el hospital a visitarla y le había llevado una tarjeta, alentándola en su recuperación de una operación de apendicitis. Crucé la frontera para hacer algunas compras en un centro comercial de un complejo de tiendas, y al salir al estacionamiento para abordar mi vehículo, tuve una visión, miré hacia el cielo y entre las nubes, vi el rostro sonriente de la niña, que me miraba con ojos que parecían sorprendidos de las cosas bellas que contemplaba. Me regrese a tomar un teléfono público y me comunique al hospital con mi compadre, éste me dio la noticia, la niña había fallecido hacia unos instantes. Como si en aquel ángel de piedra, estuviera aquella niña, la bese en la frente.
Me senté en la banca confundido, y dije para mis adentros, ¡Oh Gabriel, porque no me dijiste que eras en realidad Gabriela! Una voz resonó dentro de mí en forma de réplica. No tienes por qué confundirte, en primer lugar, la estatua no tiene nombre y en segundo, los ángeles no necesitamos de sexo, pues en nuestras funciones, no está la de reproducirse, además, no me llamo Gabriel, este es el nombre que los escritores sagrados me dieron en sus relatos para identificarme y relacionarme con los hechos. Su tradición Patriarcal les hace poner nombres masculinos a la mayoría de los seres espirituales en sus libros. Ser mensajero de Dios, es una de nuestras labores como Arcángeles. Las religiones paganas siempre han tenido mensajeros, pues consideran su relación directa con los dioses, casi imposible. Los hebreos eran paganos cuando olvidaron sus convenios con Dios, por lo que nuestra presencia se hizo necesaria para ellos. Hoy seguimos visitando a los hombres, mediante sueños, voces y apariciones, pero más de las veces, como personas que se presentan en el momento preciso para ayudarlos. Mi presencia en esta estatua tiene un motivo principal, que es el de apartarte de tus trabajos y ocupaciones para comunicarme contigo, pero esta presencia no se reduce a la estatua. Como espíritu de luz, tampoco tengo nombre que pueda ser dicho por la boca, para demostrártelo, cierra un momento tus ojos”. Al cerrarlos pude ver una luz hermosísima, compuesta de brillantes colores, entre los que predominaba el verde, el blanco y el dorado, que parecían danzar en una música divina, cuando abrí los ojos me explico: “Ese es mi nombre, ¿lo entendiste?” “No”, le conteste, “pero jamás podría olvidarlo”.
“Los colores como el verde”, me explicó, “son con los que se identifican principalmente los querubines, del cual Jesús es imagen”. “El azul combinado con estos, parece ser el de los Serafines, en gran relación con el padre, mientras que el rojo, con esta misma combinación, son los colores principales de los Tronos, quienes se identifican en su brillante y ardoroso color con el espíritu de Dios”. “Tú estás tocado por este rayo y tu genética espiritual, está ligada a éste color, ya te explicare de todo esto en otra ocasión”. La imagen del “Cristo de La Misericordia” relatado por la hermana Faustina, tiene a Jesús mostrando estos dos colores, el Azul (Alfa) y el Rojo (Omega), presencia del Padre y del Espíritu de Dios, el Verde no está presente, porque es el mismo Jesús, color de la esperanza y de la gloria del olivo, el Blanco también presente, es la suma de todos los colores del espectro, presencia del Dios Trino. Los Gnósticos relacionan el rayo Verde con Jesús, pero se equivocan en todos los demás colores.
Concentrado en mi visión de la niña de hace 30 años, le comenté que había leído, hacia unas cuantas semanas, la historia de un magnate australiano que había muerto. El más rico de Australia y catalogado como el 95 hombre más rico del mundo, con una fortuna aproximada de 5 billones de dólares (Forbes Magazín). Kerry Packer había sufrido un ataque cardiaco en 1990 y había estado clínicamente muerto por 8 minutos hasta que fue revivido por médicos de emergencia. Lo triste fueron sus comentarios al recuperarse, el cual dijo: "La buena noticia es que no hay demonios. La mala noticia es que no hay Paraíso. No hay nada". Fue lo que dijo después de todo. ¿Qué explicación me podrías dar al respecto?
“La muerte de Parker se debió dar hace 16 años, pero Dios, le concedió un periodo de gracia para enmendar su vida, que al igual que a la de muchos millonarios, han hecho sus dioses del dinero y del poder. Cuando las tinieblas y la oscuridad no te dicen nada, tampoco te lo dirá la contemplación de un paraíso en el cielo. Él puso su corazón en sus riquezas y hoy su corazón ha sido separado de ellas. Las tinieblas que él vio, fue una visión real de lo que él vive hoy”. La espiritualidad de los judíos siempre ha sido cuestionada por su amor a la riqueza material, cuando hablas de dinero o poder, siempre piensas en los judíos. La idea de un paraíso en la tierra (que mana leche y miel) siempre se ha visto en contradicción con la de un paraíso espiritual en el cielo. Recuerdas como los seguidores de RA deseaban disfrutar de una vida eterna, alimentándose de las emanaciones de luz de su dios, mientras viajaban en su barca de millones de años, y desde la cual veían la tierra en la que habían vivido, y recorrían con él, todos los TUATS y regiones increíbles y maravillosas por las que pasaban en su viaje, del cual retornaban día con día al amanecer. De igual manera, había otros que preferían recibir su premio al lado de OSIRIS, disfrutando de un paraíso semejante a la tierra, donde se alimentaban del trigo y cebada que crecía de este dios, y disfrutaban de la compañía de amigos y familiares, rodeados de sus sirvientes y concubinas, disfrutando del sexo y los placeres del mundo. En los judíos, sucede algo semejante, hay quienes como los saduceos, no creen en la resurrección, por lo que su paraíso, lo buscan siempre en la tierra, sirviendo a Dios a su manera, mientras que los fariseos creen en la resurrección final, y en recompensa, aspiran continuar con una vida terrenal eterna y placentera, muy similar al de muchas iglesias y sectas cristianas, cuyo corazón sigue ligado a los placeres de este mundo. AI materialismo suele confundírsele con lo práctico, al espíritu se le confunde con el idealismo, por eso Nietzsche, toma el camino hacia Horus, los extra mundos no tienen sentido, solo la presencia y conciencia de este mundo material tienen significación para él. Su "idealismo" está basado en la idea de un hombre material, dios y faraón terrenal, cuyo completo aislamiento de lo divino (materialismo ateo) lo convierte en un hombre superior, cuya mente no solamente lo hace un hombre inteligente y dominador de la naturaleza, sino que, además, su vida está totalmente enraizada en la tierra, desechando toda subjetividad o promesa eterna o cualquier tipo de vida espiritual. Como hijo de un pastor luterano, su lucha se dio entre sus conocimientos religiosos recibidos y los adquiridos por su mente brillante. Fue doloroso y al final le condujo a la locura y a la muerte. “Tratar de eliminar todo conocimiento basado en la Fe, es como querer cambiar de piel como las víboras, solo que, en el hombre, éste queda desnudo, sin piel, desangrándose en un humanismo que parece estar lleno de espiritualidad, cuando en realidad es un materialismo el que predica. En la naturaleza, el tigre siempre será el primer tigre, es decir el tigre de hoy. En el hombre nunca será de nuevo el primer hombre, sus arquetipos le harán el hombre de ayer, de hoy y de siempre, es decir, lleno de curiosidad científica, de fantasías y surrealismos creadores para adaptar su mente a sus experiencias inexplicadas, como respuestas que satisfagan sus temores a lo desconocido y otros como los que Buda menciona en sus caminos del sufrimiento”. En psicología, estos se llaman valores introyectados, los cuales son almacenados en su memoria colectiva (costumbres y tradiciones) que lo convierten en el hombre que acarrea siglos de cultura y conocimientos heredados, que sigue mirando el presente, lleno de un surrealismo mágico y pensando en un futuro proyectado en su fantasía, llena de una creatividad humana. “Nietzsche, al tratar de seguir el camino de la Fe con los ojos abiertos, quedo ciega por el sol que lo guiaba. Zaratustra se hundió en el mar de la vida al pretender caminar sobre él, sin Fe. ¡Nietzsche ha muerto, Dios sigue vivo!” La religión judía, trae una reconciliación con ambas formas del pensar. La salud, la vida y la riqueza, son dadas por Dios para ser disfrutadas con sabiduría. Esa sabiduría, solo es producto de la Fe, la cual se adquiere no por voluntad o dinero, sino por gracia divina. Estas ideas dan origen al positivismo, al objetivismo, al relativismo y a muchas otras teorías, que hacen del paraíso en la tierra, la recompensa del hombre por su vida recta y llena de equilibrio, con un dios, semejante al representado en el dólar americano. Esta es la religión practicada y esparcida por las Macro sectas y por muchas iglesias unidas en el fondo con las logias. Para el materialismo Ateísta, el bien y el mal no deberían de existir, según Nietzsche, solo su instinto y una mente sin Dios hacen al superhombre.
¿EI amor? No hay amor en la creación, solo fuerzas creativas y destructivas, lo demás es cursilería, trampa teológica para dominar, por eso, transformar las religiones se hace necesario, cosa de Estado eliminar a quien se oponga, los pueblos llenos de pobreza e ignorancia, deberían de desaparecer, solo los fuertes, los poderosos, los triunfadores de este mundo, los que comparten sus secretos, sus riquezas, son los únicos con derecho a la existencia, en seguimiento al súper líder (El Anticristo) y la sumisión al dios de este mundo (El Dinero). El Éxodo, parece ser el camino hacia esa tierra de abundancia, pero también es el camino del desierto, de la soledad, de la guerra y de la supervivencia. Dios está junto a su pueblo en toda esta jornada, lo protege, lo salva, y el hombre rompe su alianza, no una sino muchas veces. “Ojalá pudieran escuchar la voz de Dios cuando clama: “¡Hasta cuando pueblo mío, vas a entender que, así como fui tu origen, soy también tu destino y tu refugio! ¿Por qué es tu corazón rebelde? ¿Por qué insistes en sacarme de él? ¡No sabes que, sin mí, solo serás tinieblas, oscuridad absoluta!”
Después de un silencio, me pidió regresara a mi cuarto y terminara este capítulo. Tienes mucho que escribir, mucho que contar. Prepara de una vez las páginas de otros capítulos, el camino en tu novela ha entrado también en un desierto, pero Dios está a tu lado, igual que lo ha estado con su pueblo. ¡Escribe, escribe!”
Como si me empujaran a mi apartamento, llegué a mi computadora, la encendí y empecé a escribir. Hora: ¡Las 12:30 de la noche!
Egipto se encontraba en una de las grandes etapas de su historia en la construcción de templos. Las tribus habirus representaban la más calificada y barata mano de obra obtenible. La esclavitud en Egipto, no era como la que solemos conocer a través de la historia moderna. Era una condición humillante a cambio de la tierra, que se les permitía usar y habitar, pero tenían libertad religiosa, libertad de gobierno interno y clan, muchos tenían riquezas en joyas y oro, además de ganado y aves. No había sindicatos o leyes obreras que les protegieran de abusos patronales y muchas de sus mujeres se ocupaban en el servicio de clases potentadas, algunas sufriendo de vejaciones o deseadas por su juventud y belleza, otras en cambio, disfrutando de la confianza y respeto de sus patrones, no muy diferente con lo que acontece con las sirvientas en nuestros días. La irritación del Faraón tenía dos grandes razones: Por un lado, la humillación de los dioses de Egipto y de sus sacerdotes por medio de Moisés y Aarón y su dios desconocido y por otro, la emancipación obrera, que Moisés generaba con promesas de su dios, que pedía a su pueblo regresar al desierto, para recibir las tierras fértiles prometidas a sus padres, cuando su gobierno se encontraba en una de las fases de mayor actividad en la construcción de templos dada en Egipto. Para los habirus en Egipto, escuchar a Moisés, no era la solución a sus problemas de emancipación obrera que deseaban, pues las palabras de Moisés, representaba para ellos, solamente promesas de tierra manando leche y miel, por lo que tenían que escoger entre su fe y seguimiento a un dios, que ellos mismos no recordaban y que les pedía, dejar la seguridad de un Estado, que los explotaba, pero que también los protegía y les dejaba hacer su vida en las tierras fértiles del Nilo, o seguir a Moisés, en su loca y ancestral visión de una promesa de ese dios para con sus padres. Salir de Egipto ¿para obtener qué? La inseguridad e incertidumbre de un desierto al que ya también habían olvidado cómo vivir en él. Por otro lado, la Biblia Latinoamericana nos relata algunas exageraciones de los escribas sagrados, que exaltaban sus creencias religiosas, más que narrar en forma histórica los hechos acontecidos, y agregaría lo siguiente: Cuando Dios acuerda un pacto con Abrahán, no fue algo impuesto, fue un acuerdo bilateral en el cual Dios se compromete a guiar a este pueblo hacia la tierra prometida, a protegerlo, y ayudarlo a prosperar sobre los demás pueblos, por su parte, Abrahán acuerda en nombre de su pueblo, a tenerlo como su único Dios y a escuchar su voz. Por eso, la ofrenda sacrificada, es partida en dos, e inmolada en fuego, para significar, que, si fallan en el pacto, Dios permitiría que fueran partidos en dos y consumidos en fuego. Nunca antes un dios se había puesto al nivel de sus criaturas, para celebrar un convenio, con compromisos por ambas partes. Que esta costumbre haya caído en el paganismo, es parte de la contaminación de religiones que adquirieron en su convivencia con otros pueblos.
Las exageraciones son una manera de alabar a Dios, pero no tienen valor histórico. Esto es en lo que en realidad se basan las Logias, para criticar las narraciones bíblicas.
En la Biblia se use la palabra “La Ley” para designar, el conjunto de leyes que se originaron en la Alianza pactada entre Yahvé a Israel en el monte Sinaí.
El Arca de Dios o Arca de la Alianza, era una caja de madera preciosa que contenía las Tablas de piedra, en las que se había grabado La Ley, junto con un poco de maná, que significa “¿Qué es esto?” y otros recuerdos de las maravillas que Dios hizo en el desierto.
Recordemos que los pueblos habirus, habían perdido su identidad como tribus, así como su sistema de gobierno Patriarcal durante su permanencia en Egipto, sin embargo, entre sus costumbres y tradiciones, conservaban parte de estos recuerdos rituales, mismos que fueron identificados por Akenatón y después por Moisés, como similares a los que poseían la tribu de los pueblos asentados en Sinaí. Moisés tuvo que darles el sistema de gobierno de Jueces para sustituir el sistema de gobierno Patriarcal. Las tabletas de barro conservadas por las tribus habirus, estaban escritas en el idioma sumerio, tal vez amorita, que era la lengua que imperaba cuando la salida de Abrahán de Ur, pero este idioma se había transformado y ya no era el mismo en su escritura, los hititas conservaban el sistema cuneiforme, pero su leguaje era totalmente diferente, así como sus símbolos de escritura. Los portadores de estas tabletas, solían aparentar leerlas, aunque en realidad solo repetían por memoria, lo que la tradición les había enseñado. Moisés estaba consciente de este problema y queriendo perpetuar estas leyes, las escribió en una forma de escritura del idioma akadio de los hititas, y que, con el tiempo, llego a ser sustituido por el arameo, cuyo lenguaje era usado por los pueblos del medio oriente, como su lengua política y comercial en tiempos de Jesús y aceptado por los asirios durante su dominación. Para los pueblos de esos tiempos, en que leer y escribir, era privilegio de unos cuantos, debió de ser algo mágico, ver como los escribas, leían las piedras o tabletas, repitiendo sin equivocarse, las mismas palabras. Era como si las piedras hablaran, y éstas, además, representaban a sus dioses. Moisés gurda este decálogo escrito en piedra y las colocó junto con otras tabletas y sellos, dentro del Arca de la Alianza. Solo siglos después, Jesús viene a reformar estas leyes, o más bien, a simplificarlas, como la ley basada en el amor, única ley verdaderamente emitida por Dios. El Arca de la Alianza, estaba adornada con dos figuras de querubines, marcadamente egipcias, como las logias recalcan, pero esto, además, desmiente la idea acerca de las imágenes que tienen otras religiones, las figuras de querubines, en este caso, no son figuras para ser adoradas, sino que representan seres que adoran y hacen la voluntad de Dios, representado en el Arca. Tal es el caso de los santos e imágenes de las iglesias, los cuales no son figuras de adoración, sino de seres humanos, que, a similitud de los Ángeles, adoran y hacen la voluntad de dios, sirviéndole con ardor durante su vida terrenal. Escribiendo estaba esta página, cuando salió a los periódicos la primera encíclica del Papa Benedictus XVI "Dens caritas est" "Dios es Amor" que hacía referencia a este mandamiento divino, usado frecuénteme en forma verbal, pero en completa falta de acción o mal interpretado por el hombre de nuestra época, cuya vida, leyes y costumbres, son una contradicción a este mandato entendido en forma tan abstracta y errónea. El Papa Benedictus XVI fue señalado por San Malaquías, en su lista profética de Papas (no aceptada por la iglesia por supuesto) como "De Gloria Olivae" "De La Gloria Del Olivo". Hoy sabemos que esta anotación se refiere a Jesús, como “Rey De La Paz Y Mensajero Del Amor Del Padre”. Así como Juan Pablo II, definido en esta lista profética como "De Labors Solis" "Del Trabajo Del Sol" fue el Papa inmerso en la Fidelidad de María hacia Dios que recorrió incansablemente el mundo, llevando la luz de Cristo en su presencia a todos los pueblos de la tierra. Benedictus XVI, en sus primeras declaraciones, se ha auto nombrado el Papa Eucarístico, es decir el Papa de “La Unidad En El Amor De Cristo”, declarando además, en su mensaje del primero de Enero del 2006, para la celebración de la Jornada Mundial de la Paz, que había adaptado el nombre de Benedicto, para indicar su firme decisión de trabajar por la paz, por lo que creo que su reinado, aunque corto en comparación a su anterior, estará lleno de ese amor, cuya luz es la única capaz de alumbrar las tinieblas que cubren la tierra. Jesús “Mysterium Fidei” y María “Semper Fidelis” son para mí, sin lugar a dudas, ¡Las dos únicas y verdaderas columnas del Templo de Dios!

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