domingo, 22 de febrero de 2015

Capitulo IX




La interrupción de mi página, debido a la visita inesperada de Miguel, Rafael y Gabriel, me dieron la oportunidad de reflexionar más a fondo, en esta tierra de Los Patriarcas. Su historia, se encuentra narrada en la segunda parte del libro del Génesis, cuya primera parte, contiene los relatos de la creación de Dios, del día y de la noche, de las luminarias en el cielo, de la separación del agua y de la tierra, del Paraíso rodeado por cuatro grandes ríos, de la creación de plantas y animales, peces y aves, pero, sobre todo, de la creación de Adán y Eva, símbolo universal de la raza humana.
¿Creación o evolución? ¡Magia Divina! De un Dios cuyo corazón, arde de amor por todas sus criaturas.
Posteriormente, el Génesis, nos presenta una historia surrealista de los antecesores de los Patriarcas, de los cuales descienden supuestamente. Todos estos relatos, nos llevan a las historias sumerias y cananeítas anteriores a los escribas Bíblicos, que los tomaron como modelos para narrar la historia del pueblo de Israel. Repetir lo que otros han repetido, que sumeria emergió como una gran civilización, nacida de la nada, en una edad temprana de hace 5800 años aproximadamente, cifra muy pequeña, comparada con la de la tierra, cuya formación ocurrió hace 4,600,000,000 años, es decir 5,400,000,000 más joven que la fecha en que nuestros científicos estiman, ocurrió la fantástica explosión conocida como el “Bing Bang” que dio origen al universo conocido, es decir, hace 10,000,000,000 de años, pero que ningún científico o mente brillante sobre la tierra, tendría la capacidad de imaginar la edad de ese universo desconocido, que dio origen al que hoy conocemos. La historia del Paraíso que se traduce Edén, que proviene de la palabra Edinu, y que en el idioma acadiano significa, planicie o estepa, pero que en el idioma semita, se traduce por abundancia o delicia, estaba rodeado por cuatro ríos, dos de los cuales, el Pishon y el Gihon, no tienen referencia histórica exacta ,aunque pudieran estar hablando del  Rio Khabur y el Rio Orontes situados en el reino de Mitani, en la antigua Asiria, tierra mencionada como Havilah, o bien, sean ríos inmersos en las profundidades del golfo Pérsico, solo los dos últimos mencionados, el Tigeris  y el Euphrates, parecen ser los que bañan el aluvión conocido como Mesopotamia.  Para ellos "estar rodeada por 4 ríos" puede significar "El mundo y el cielo imaginado como una pirámide, rodeado de aguas imaginarias que llegaban hasta el cielo. Sin embargo, estas historias, así como las de Adán y Eva, las de Caín y Abel, las de Noé y Matusalén, y todas las demás del Génesis, hasta llegar a la de los Patriarcas, son historias fundadas, como ya explicábamos antes, en las historias sumerias y cananeítas de sus héroes y dioses, que tuvieron gran influencia en esta narración. Lo maravilloso de estos relatos, es, como los escritores sagrados, a pesar de sus errores históricos y de sus exageraciones narrativas religiosas, lograron instruir a su pueblo, en el amor de un Dios y Padre creador, que hizo de este pueblo del desierto, el elegido para recibir a su enviado y único Hijo no creado (unigénito) y establecer su mundo de paz. Una de las objeciones de algunos grupos hacia Dios y su convenio con Abraham, es que Dios les prometió una tierra no vacía, sino poblada por pueblos paganos pero civilizados, por lo que en realidad no fue un regalo, sino un robo. Estos grupos por supuesto se olvidan, de qué manera han construido la nación que han hecho como réplica de esa tierra, que mana leche y miel, que son los Estados Unidos. Dios, no da la tierra al hombre, como una porción limitada por fronteras, como los judíos creyeron entender, ni la reparte con un título de propiedad privada, que más bien, es un contrato de arrendamiento del Estado, con uso y explotación limitada, sujeta al pago de impuestos, como se da en los países capitalistas, ni tampoco, como un derecho de uso comunitario, como se da en los sistemas comunistas y socialistas del mundo, ni mucho menos, la da como botín de guerra, como piensan muchos tiranos y dictadores.
“Quien gobierna sin amor, al igual de quien obedece sin amor, falla en esta Ley o Mandato y queda sujeto al juicio de Dios”.
El otro día, mi ángel me explicaba, que la falla de los sistemas democráticos del mundo, no está en su forma sino en su fondo. Sus innumerables leyes sustituyen a los dioses paganos, y reconciliarlos, se vuelve contradictorio, debido a su número, pero, además, su falla no está en su ideal humanista sino en su concepto ateísta. Detrás de todo mandamiento, de toda ley, de toda orden emitida, debe de estar el amor, única y verdadera Ley de Dios. Sin el amor, toda ley es abuso del poder, autoritarismo, contradicción a la verdad y a la autoridad, sea ésta, dada en un país, en un convento o monasterio, en una iglesia o comunidad o simplemente en la familia. Por otra parte, obedecer sin amor, es una sumisión llena de frustración, similar a la esclavitud, mientras hacerlo con amor, es una sumisión llena de confianza a la voluntad de Dios en la cual se haya la verdadera libertad.
Cuando yo vine a esta comunidad de laicos en Houston, puse mi obediencia en manos de la directora, una mujer sensible, compasiva y llena de una sabiduría que solo Dios sabe dar, para llevar a cabo sus planes, y detrás de todas sus órdenes, encontré siempre, el amor de Dios que la guía. Hoy en día, ha delegado muchas de sus funciones, en asistentes y directores de departamentos que buscan solo demostrar su autoridad o probar su capacidad para realizar planes y proyectos, buscando en todo esto, el ser los primeros, olvidando totalmente lo dicho en la Biblia por Jesús, que para ser los primeros, necesitan primero ser los últimos, por lo que un día le dije: “Mami” (Como suelo decirle con cariño), hoy se me hace difícil obedecer las órdenes que recibo en la comunidad, no porque me haya acostumbrado a recibirlas de usted, sino, porque detrás de ellas, no hay amor, solo autoridad y manifestación de poder. En otro de mis libros, voy a narrar parte de esta vida, espiritualmente rica, que he vivido con ellos, como un reconocimiento a esta gran mujer y a su obra, que ha sido polémica de la Jerarquía Eclesiástica, así como de políticos y funcionarios del gobierno en esta ciudad y en el Estado de Texas en la Unión Americana.
Este día, había estado lloviendo, y trabajaba yo en mi computadora, aunque con un cuadro, colgado en el caballete de pintar, esperando me decidiera a terminarlo, de pronto escuche la voz de Gabriel, esta vez provenía de una pequeña estatua de San José, que acostumbro tener en mi mesa de trabajo. Es curioso, Gabriel era el único de los Arcángeles mencionados en mi libro, que no había conocido transformado como persona, sin embargo, era el único del cual conocía su verdadero nombre, si conocer significa recordar con detalle, la luz y la música que se produce al pronunciarlo.
Con una voz dulce y maravillosa, que no denota timbres masculinos o femeninos, me saludo: ¡Que tal, hermano y amigo! ¡El amor de Jesús Resucitado y Glorioso este contigo!
Yo trabajaba en mi página y al sentir su voz, le conteste: ¡Gabriel! Que gusto me da tenerte en mi apartamento. ¿Gustas algún refresco? (sabedor de que ellos no necesitan ni siquiera tocar el vaso para beberlo)
“No, gracias”, me respondió, “¡Ve y prepara el café que tienes en tu mente! He venido para ayudarte en este capítulo que es de gran importancia para tu libro, y empezaré hablándote de los Patriarcas. El primer sistema de gobierno dado por Dios, se dio en la familia. Por eso, Moisés, en el decálogo de leyes que le fue inspirado, escribió: “Respeta a tu padre y a tu madre, para que se prolongue tu vida sobre la tierra, que Yahvé, tu Dios te da”. (Éxodo 20:12)
Como vez, Dios no discrimina a la mujer en su autoridad. Este sistema de gobierno se convirtió en monarquía, con el establecimiento de aldeas y después ciudades-estado como Ur de los caldeos, mencionada en la Biblia como la ciudad de Abrahán, de la cual salió siguiendo el llamado de Dios. En sumeria, al Rey se les llamaba pastor, recuerda que estas ciudades se repoblaron después del diluvio, con tribus seminómadas del desierto, viajando con sus ovejas y burros que pastoreaban. Viajar por tierras inhóspitas, es una labor difícil para una mujer, por lo cual el hombre, tomó la cabeza del gobierno de la tribu o grupo familiar. El Patriarca, no necesariamente era el hombre más viejo de su clan, pero de su descendencia, a través de la persona ungida, estaría la que ocupara su lugar para dirigir el grupo.
Viajar en el desierto, significa mantener el orden y la convivencia de los que componen la tribu. Establecer condiciones comerciales con los pueblos por donde transitaban, obtener permiso para acampar un tiempo y mantener la seguridad y bienestar de su pueblo - familia; Todas éstas, eran obligaciones del Patriarca, ¡ha! y lo más importante, mantener sus costumbres y tradiciones, entre las que se encontraban el culto a sus dioses. Viajar por el desierto con un clan numeroso, se vuelve difícil, sobre todo, considerando la limitación de pozos de agua y pasto para el ganado, por lo que se acostumbraba dividir el clan cuando éste crecía, como fue el caso de Abrahán y su sobrino-hermano Lot. Generalmente, eran recibidos pacíficamente por los pueblos que visitaban. El pago de impuestos para ocupar la tierra en que acampaban y las relaciones e intercambios comerciales que generaban, era una razón para recibirlos con agrado, junto con las noticias de otros pueblos traídas por ellos, además, de que estos grupos, no parecían interesados en pelear para poseer una tierra en donde permanecer. Sin embargo, los peligros de viajar con posesiones y riquezas por el desierto, les hacía viajar armados, y muchas veces, estos grupos, se mantenían unidos a distancia, para protegerse mutuamente. No eran solamente familia, sino, además, asociados y esclavos lo que viajaban con ellos. Muchos de estos grupos, adoptaban costumbres y tradiciones de los pueblos por donde pasaban, sobre todo religiosas. Algunas veces se unían con mujeres de esos pueblos, o sus mujeres se unían a ellos. En todo caso, la costumbre era, que la mujer permanecía en la casa del marido. La promesa de Dios de hacerlos un pueblo numeroso, radicaba en la idea de darles hijos varones, para que su descendencia permaneciera unida. Por eso, son 12 los hijos de Jacob, aunque de diferentes mujeres. Y por eso, es la importancia de la heredad de Abraham en Isaac, como lo es y sigue siendo en el pueblo de Ismael. Por eso también, la importancia del sistema Patriarcal conservado en las familias de estos pueblos.
“Los amoritas eran grupos seminómadas, sin tierra propia, que recorrían el desierto, sin guardar un sentido de nacionalidad, tal es el caso de los gitanos, que aún hoy en día, suelen recorrer las ciudades y pueblos, en los países en que les son permitido cruzar. Hablare de ellos en otro de tus libros.
El caso de Abrahán como Patriarca, era un poco diferente. Él pertenecía a una familia de amoritas asentada en Ur, llena de riqueza y respetada por sus vecinos. Dejan esta comodidad, para salir en busca de una tierra sin sentido, llena de abundancia que Dios le ofrecía, para que le rindiese culto libremente, como su único Dios y Señor. El caso es que él, sin pensarlo mucho, vendió sus tierras y propiedades, y tomando a su familia y algunos que prometieron seguirlo, salieron en busca de esa tierra”. La Biblia nos dice, que fue Tera, padre de Abrahán, el que los sacó de Ur para llevarlos a Canaán, pero una vez llegados a Jaran, se establecieron ahí, dándonos a entender, que ya había la idea de salir a esa tierra, lo importante es saber, que fue Abrahán, guiado por una promesa de Dios, diferente al deseo de su padre, el que retomó la iniciativa de salir de esa tierra. Él, al igual que otros Patriarcas, tenía la obligación de cuidar de su grupo, como un padre cuidaría de sus hijos. Es de suponer, que, al salir, muchos de ellos no solo acarreaban tabletas de escritura cuneiforme con algunos relatos religiosos o épicos, sino, además, sus ídolos familiares, que los protegían de males y enfermedades, parecido a la idea de los santos hoy en día. Abrahán, sin embargo, mantuvo dentro de sus leyes, el rendir culto a su dios, que fue conocido como el dios de Abrahán, y cuido que, en el camino, no hubiera contaminaciones con sus dioses o costumbres, por lo cual, fue conocido y respetado a su paso por otros pueblos. Voy a escribir unas notas de la Biblia Latinoamericana antes de pasar a la teoría de algunos grupos acerca de los Patriarcas, le dije a Gabriel en nuestro dialogo. Segunda parte del Génesis: Los primeros padres del pueblo de Dios:
“Siendo Abrahán ya anciano… Abrahán tenía 75 años” (Gen 12:4) Numerosos grupos a su alrededor salían hacia el sur, en busca de tierras mejores, y lo peor, era que él no tenía hijos. ¿Cómo es que este hombre reharía su vida? Los escritores Bíblicos se esfuerzan en trazar una ascendencia para Abrahán, que los lleve a Sem, de ahí que se denominen pueblos semitas, refiriéndose quizás, al lenguaje familiar que se inicia según ellos, con la confusión de lenguas. Mencionan también, cuando salieron de Ur, pero no cuando llegaron (Gen 11:14-32). Otro factor es la edad, que algunos grupos utilizan para enmarcar sus teorías. Dios le hace tres promesas a este Patriarca, la de la tierra, la de la bendición de su descendencia y la personal, en que lo colmaría de años y riquezas. “Entraran en Cannan…” y Abrahán atravesó el país hasta el lugar sagrado de Siquem, el árbol de Moré. Los Cananeos estaban entonces en el país. Yahvé se apareció a Abran y le dijo: "Esta tierra se la daré a tu descendencia". Entonces Abran dedico un altar a Yahvé, que se le había aparecido. (Génesis 72:6-7)
Esta referencia es importante porque según la tradición, el monte de Moré, es el mismo en que mil años después, Salomón construye el Templo del Señor (2 Crónicas 3:1) y que David escoge Jerusalén, para ser la capital de Israel y compra este monte para dedicarlo al Señor y erguir su Templo (4 Crónicas 21:18; 22:1) y que después de su destrucción por Nebuchadnezzar, es reconstruido por los judíos, en el mismo lugar, a su regreso de su destierro de Babilonia, hasta que en el 169 AC. Antiochus IV saquea el Templo y lo convierte en un templo pagano dedicado a Zeus, Un viejo sacerdote llamado Matías y su hijo Judas Maccabeus (a quien llamaban Judas el martillo) expulsan a los asirios de Jerusalén y re-dedican este Templo al Señor. Este acto se recuerda como la celebración judía del Hanukkan. En tiempo de Jesús, Herodes lo renueva y lo hace más grande, hasta que es destruido por los Romanos, según lo profetizado por Jesús, y siglos después, con la aparición del Islam y su dominación en Tierra Santa, es erecta la Mesquita Al-Aksa y el Domo de la Roca, lugar en el cual, según la tradición Islámica, Muhammad asciende al cielo en la noche de su viaje, por eso Jerusalén es llamada “Al-Quds” (Santo lugar) y es la tercer ciudad sagrada del mundo islámico, después de la Mecca y Medina en Arabia Saudita. Según la profecía en Apocalipsis, es esta mezquita y el domo dorado, donde el nuevo Templo de Dios será construido, lo que nos hace suponer una futura confrontación del islam contra Israel, del cual, este último saldrá victorioso, en el periodo que será conocido como el reinado del Anticristo. La Biblia menciona dos historias de la llegada de Abrahán a Egipto, siguiendo a los escribas Bíblicos, (Gen 12:1-20) y (Gen 20 1:-18) algunos grupos  aprovechan para sugerir la entrada de Abran a ese país más de una vez, de igual forma, mencionan que Abran tendría 30 años cuando entro a Egipto, todo esto para identificarlo con el empiezo del reinado de los Hyksos o reyes pastores o del desierto y hacer de él, uno de ellos, tratando de demostrar una profunda participación de este pueblo en el robo del secreto de resurrección que poseían los reyes del alto egipcio y la salida de Moisés de Egipto llevando consigo este secreto. Esto significaría que Abran era muy joven cuando salió de Ur, y no 75 años, como los escritores Bíblicos mencionan, lo cual tampoco concuerda con la histories de un viejo movido por la Fe en Dios, la cual nunca será aceptada por algunos grupos que buscan en la Razón, la fuente de toda sabiduría. Si seguimos al Yavista, Abrahán salió de 75 años y de acuerdo a la edad de sus muertes, él debería ser de 25 a 30 años mayor que ella, y si les tardo otro mínimo 11 años en llegar a Egipto, Sara tendría entre 50 o 55 años al llegar, que, para una mujer de aquel tiempo, era tal vez aún, muy bella y deseada, tomando en cuenta los patrones de belleza de las matronas de aquellos tiempos. Continuando su relato, Gabriel me dijo: “El nacimiento de Ismael, la separación de Lot, la destrucción de Sodoma y Gomorra y por último la procreación de más hijos de Abrahán posteriores a la muerte de su esposa, parecen ser historias complementarias para explicar el nacimiento de algunos pueblos y la desaparición de otros”. “Sodoma y Gomorra aún no han sido desenterradas, pero pudieran estar bajo las aguas salinas del mar muerto o de capas de lava, producto de alguna erupción volcánica que desato una lluvia de azufre y fuego de su subsuelo petrolífero”, le respondí. “Además algo que algunos grupos critican también, es la demanda que Dios le hizo a este Patriarca, al pedirle que sacrificara a su único hijo como ofrenda a Él”. Esto, dicen estos grupos, demuestra que el dios de Abran, era un dios pagano que gustaba de sacrificios humanos como los demás dioses de la región, ¿No es verdad? le repliqué. “En lo único que estoy de acuerdo”, me dijo, es que este Patriarca conocía y respetaba las costumbres de la región. Los habitantes de canna solían ofrecer a sus primogénitos, en sacrificio a sus dioses, a los cuales temían. Abrahán, creyendo entender esta costumbre de la región, lo hace no por temor, sino por obediencia que significa la gran confianza en su Dios”. Con los siglos, Dios hará lo mismo con su hijo, para enseñar al mundo que no es el temor, sino el amor, el que lo lleva a repetir esta tradición pagana, convirtiendo a Jesús, en la ofrenda perfecta para ser agradado, en otro de sus “locos y misteriosos caminos” que la mente humana jamás entendería y que Jesús, en perfecta obediencia, acepta. Después vendría la circuncisión, también costumbre de algunos pueblos paganos pero que, en los judíos, adquiere un nuevo significado que viene a sustituir a la falta de nacionalidad y que los identifica como pueblo elegido, posteriormente el sacrificio de la Alianza, en el cual, la ofrenda es partida en dos como las partes del convenio y pasa sobre ellas el fuego que la quema y simbolizar que si alguna de las partes falla, el otro tiene el derecho de partirlos en dos y pasarlos por fuego. Esto parecería que fue, lo que Dios hizo con el pueblo judío, dividiéndolo primero en dos y luego pasándolo por el fuego de sus enemigos, a los que entrego. ¡Pero no es así! pues en su pacto con Abrahán, Él le mando a éste, un sueño profundo, y solo Dios pasó en medio de la ofrenda, simbolizando que Él y solo Él, era responsable de este pacto. (Génesis 15:12-18). El nacimiento de Isaac, cuyo nombre significa "se rio" refiriéndose a su madre, cuando escuchó que iba a tener un hijo de Abrahán. Posteriormente la muerte de Sara a los 127 años y el casamiento de Isaac con Raquel a los 40 años, para consolarse de la muerte de su madre y finalmente la muerte de Abraham a los 175 años, finalizan este periodo de Abrahán como Patriarca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario